¡Haz tu propio termómetro de las emociones!
Para los niños conocer y entender las emociones es fundamental para poder expresarlas y así, tener un buen desarrollo emocional y un equilibrio mental que les ayudará a trabajar la empatía y la asertividad.
Hoy os proponemos una actividad muy sencilla y divertida que ayudará a los más pequeños de la casa a identificar cómo se sienten en cualquier momento del día. Además, les será muy útil para comprender también las emociones de las personas que les rodean, responder de forma apropiada y establecer relaciones.
La actividad trata en crear un termómetro de las emociones, que consiste en una escala visual que gradúa los tipos de emociones apoyándose en colores, dibujos o emoticonos.
Estos son los materiales que vas a necesitar:
- Cartulina blanca
- Un trozo de cartón
- Rotuladores de colores y un lápiz
- Una pinza mini de madera
- Stickers emociones: Si no dispones de ellos, también puedes dibujar tú mismo las caritas con emociones sobre una cartulina.
- Tijeras y pegamento
- Un trozo de cuerda o cinta para colgar el termómetro a la pared
¿Tienes listos todos los materiales? ¡Pues empecemos con la actividad!
Para comenzar, realiza dos recortes de 30 x 10 cm en una cartulina blanca y en un cartón. En la cartulina, dibuja 12 cuadrículas de 5 x 5 cm cada una. Para ello, lo mejor es que hagas una línea en el medio verticalmente y, después, hagas líneas horizontalmente con una separación de 5 cm cada una.
Una vez hayas hecho las líneas con lápiz y te hayas asegurado de que están bien, repásalas con un rotulador negro. Reserva el cartón para después.
Colorea las cuadrículas de unos de los lados de los colores que más te gusten. Servirán para relacionar cada color con una emoción.
Una vez hayas pintado las cuadrículas, toca el momento de decidir qué emociones van a representar a cada color. Escribe el nombre de las emociones en las cuadrículas blancas y elige los gomets o pegatinas que las representan.
Nosotros hemos elegido nuestros gomets emociones en rollo, pero también puedes dibujar tú las caras o pegar fotografías.
Recupera el cartón que reservaste anteriormente y pega la cartulina coloreada en él. Servirá para aportarle rigidez y firmeza al termómetro.
Por último, escribe “Hoy me siento…” en un trozo de cartulina pequeño (de aproximadamente 3 x 2 cm) y pégalo en el extremo de una pinza pequeña de madera. También puedes pegar un trozo de cinta, goma o cuerda por detrás del cartón para colgar el termómetro en la pared o en la puerta.
¡Y listo! Los niños podrán mover la pinza por el termómetro en función de cómo se sienta. Es un ejercicio que ayuda tanto a pequeños como a adultos a expresar e interpretar las emociones. ¡Os encantará!